lunes, 27 de diciembre de 2010

¿Qué es la vía?



Joshu preguntó un día a su maestro:

¿qué es la Vía?

Y Nansen respondió:

Heijo shin kore do

Joshu comprende pero solo intelectualmente:

Cada cosa es la Vía, de acuerdo; pero ¿cómo puedo realizarlo, comprenderlo, a través de todas las células de mi cuerpo?

Tratar de comprender es aún estar separado de ello.

Pero si abandono todo tipo de búsqueda ¿cómo saber que cada cosa de la vida cotidiana es la Vía?

La Vía no depende ni de su conocimiento ni de su ignorancia. Heijo shin, la vida cotidiana no es la prueba exterior de la verdad o de la falsedad. Es kore do, la Vía misma.

Y agregó con una voz fuerte:

todo el mundo lo entiende, ¿qué más quieres?

martes, 7 de diciembre de 2010

La necesidad de vestirse y comer

Un día, un monje preguntó a su maestro zen:

¿Cómo podríamos librarnos de la necesidad de vestirnos y alimentarnos cada día?

Éste dijo:

Nos vestimos, comemos.

Y dijo el monje:

No comprendo

El maestro contestó:

- Pues vístete y ven a comer

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Ni agua ni luna


La monja Chiyonô practicó la meditación sin frutos, durante un largo periodo de tiempo, mientras era alumna del maestro Bukkó de Engaku.

Una noche de luna llena, cuando Chiyonô transportaba agua en un viejo cubo, sostenido con cuerdas de bambú, las cuerdas se rompieron, el cubo se cayó, se desfondó y el agua se derramó. Fue en ese momento cuando la monja alcanzó la liberación. Para celebrarlo, escribió el siguiente poema:

Durante mucho tiempo he tratado de salvar a este viejo cubo,

cuyas cuerdas de bambú estaban rompiéndose.

Hasta que el cubo se desfondó.

Ahora ¡No hay agua en el cubo!

¡No hay luna en el agua!

(He tardado años en entender este cuento, y la verdad es que era muy sencillo, la clave para comprenderlo esta en la frase “Ahora ¡No hay agua en el cubo!”, eso significa: “ahora mi mente está vacía, está libre de preocupaciones, ¡soy libre!” Por eso la monja alcanzó la iluminación. No debemos cargar con más cosas de las que podemos llevar, guardamos cosas que no necesitamos, por temor a necesitarlas en un futuro, pero en realidad no nos hacen falta, debemos aprender a deshacernos de aquello que no nos sirve.)

martes, 26 de octubre de 2010

Sobre el silencio


Cuatro jóvenes monjes se hallaban reunidos en una sesión de zazen. Se habían comprometido a llevar a cabo una sesión absolutamente silenciosa. Entonces, cuando llevaban largo tiempo meditando, la vela que los iluminaba se apagó y el monje más joven dijo:

¡Se ha apagado la vela!

A lo que otro monje respondió:

¡Cállate, estamos en un zazen silencioso!

Un tercero dijo:

¡Callaos los dos, no habléis!

Y el cuarto dijo:

¡Sois los dos ignorantes, el único que no he hablado he sido yo!

domingo, 17 de octubre de 2010

El sabor del melón

Un maestro y su estudiante estaban comiendo un melón. Entonces el maestro preguntó al estudiante:

¿Cómo está? ¿Está bueno?

El estudiante no supo que decir y elaboró la siguiente respuesta:

En realidad, el sabor del melón no existe. Lo que percibimos es una reacción de nuestra lengua frente al melón y que en realidad…

El maestro lo interrumpió y dijo:

¡No sea idiota, el melón está muy bueno!

La falta de energía

Llegando al final de una jornada de trabajo, un monje comentó a su maestro mientras ambos trabajaban arduamente en el jardín:

Estoy tan cansado que no me queda nada de energía

A lo que el maestro respondió:

Si no te queda energía ¿De dónde la sacas para quejarte?

lunes, 4 de enero de 2010

La piedra en el río


Un monje y su maestro caminaban lentamente a través de un sendero, que transcurría junto a un río, el monje le aseguraba a su maestro:

En realidad da lo mismo lo que hagamos pues nuestras acciones nunca cambiarán nada.

Entonces el maestro agarró una piedra, la arrojó al río y dijo:

Observa el río y las ondas que ha creado la piedra en él, la piedra ha marcado la diferencia.

El monje dejó que transcurriese un rato y las aguas se calmaron, ahora nada hacía suponer que se hubiese operado ningún cambio, el monje dijo:

Pero mira, ahora las aguas se han calmado, en realidad no ha habido ningún cambio, todo sigue igual

Parece que todo sigue igual, pero en realidad si que se ha producido un cambio, ahora la piedra permanecerá allí por siempre, se ha marcado la diferencia, ahora el río nunca será igual.