miércoles, 19 de septiembre de 2007

19 Consejos del Dalai Lama

1. Ten en cuenta que el amor y los grandes logros requieren grandes riesgos.

2. Cuando pierdes, no pierdes la lección.

3. Sigue las tres R: Respeto a ti mismo, Respeto para los otros y Responsabilidad sobre todas tus acciones.

4. Recuerda que no conseguir lo que quieres, a veces significa un maravilloso golpe de suerte.

5. Aprende las reglas, así sabrás como romperlas apropiadamente.

6. No permitas que una pequeña disputa destroce una gran amistad.

7. Cuando creas que has cometido un error, haz algo inmediatamente para corregirlo.

8. Ocupa algo de tiempo cada día en estar solo.

9. Abre tus brazos al cambio, pero no te olvides de tus valores.

10. Recuerda que a veces el silencio es la mejor respuesta.

11. Vive una buena y honorable vida, así cuando seas mayor y mires atrás podrás disfrutarla por segunda vez.

12. Una atmósfera amorosa en tu casa es el cimiento para tu vida.

13. En discusiones con alguien querido ocúpate sólo de la situación actual, no saques a relucir el pasado.

14. Comparte tu conocimiento, es una manera de conseguir la inmortalidad.

15. Se considerado con la Tierra.

16. Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes.

17. Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro.

18. Juzga tu éxito según lo que has sacrificado para conseguirlo.

19. Acércate al amor y a la cocina con osada entrega.

martes, 11 de septiembre de 2007

Fuego en la hoguera





Fuego en la hogera
noche estrellada
alumbran la hera
estrellas doradas

Bajo el puente no hay ladrones


El padre de una familia de mendigos regresó a su hogar, debajo de un puente, donde le esperaban su mujer y su hijo. La mujer le preguntó:

“¿Qué tal? ¿Cómo te ha ido hoy?”

El mendigo respondió:

“Muy mal .Los ladrones han irrumpido en la mayor parte de las casas y han dejado a sus gentes sin nada para darnos”

A lo cual el hijo dijo:

“¡Qué suerte ser pobres. Así ningún ladrón nos podrá robar!”

La luna no se puede robar

El maestro zen Ryôkan, vivía en una humilde choza en la ladera de un monte. Una noche el ladrón entrón en su cabaña, pero en seguida vio que nada tenía que robar. En ese momento Ryôkan entró en su choza y sorprendió al ladrón en su actitud e robar y le dijo:

“Seguramente has hecho un largo camino hasta aquí y no está bien que te Vayas de manos vacías porque no hay nada en lachoza”.

Luego se quitó las ropas que llevaba puestas y le dijo:

“Por favor acepta mis ropas como presente”

El ladrón quedó desconcertado, aceptó las ropas y se marchó.

Ryôkan quedó desnudo y contemplando la preciosa luna y dijo aún:

“¡Pobre hombre! ¡Qué pena que no pueda darle esta hermosa luna!

viernes, 7 de septiembre de 2007

Puede Ser


Un granjero vivía en una pequeña y pobre aldea. Sus paisanos le consideraban afortunado porque tenia un caballo que utilizaba para labrar y transportar la cosecha. Pero un día el caballo se escapó. La noticia corrió pronto por el pueblo, de manera que al llegar la noche, los vecinos fueron a consolarlo por aquella grave pérdida:

¡Qué mala suerte has tenido!. La respuesta del granjero fue un sencillo
Puede ser.
Pocos días después el caballo regresó trayendo consigo dos yeguas salvajes que había encontrado en las montañas. Enterados los aldeanos acudieron de nuevo, esta vez a darle la enhorabuena y comentarle su buena suerte, a lo que él volvió a contestar:
Puede ser. Al día siguiente, el hijo del granjero trató de domar a una de las yeguas, pero está lo arrojó al suelo y el joven se rompió una pierna. Los vecinos visitaron al herido y lamentaron su mala suerte; pero el padre respondió otra vez:
Puede ser. Una semana más tarde aparecieron en el pueblo los oficiales de reclutamiento para llevarse a los jóvenes al ejercito. El hijo del granjero fue rechazado por tener la pierna rota. Al atardecer, los aldeanos que habían despedido a sus hijos se reunieron en la taberna y comentaron la buena estrella del granjero, más este, contesto nuevamente:
Puede ser.

El Naufrago


El único sobreviviente de un naufragio llego a la playa de una diminuta y deshabitada isla. Pidió fervientemente a Dios ser rescatado, y cada día escudriñaba el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar.

Cansado, finalmente optó por construirse una cabaña de madera para protegerse de los elementos y almacenar sus pocas pertenencias.

Entonces un día, después de buscar alimento por la isla, regresó a su casa para encontrar su cabaña envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el cielo. Lo peor había ocurrido, lo había perdido todo. Quedó anonadado de tristeza y rabia. Dios, ¿cómo pudiste hacerme esto?, se lamentó. Sin embargo, al día siguiente fue despertado por el sonido de un barco que se acercaba a la isla. habían venido a rescatarlo. ¿Cómo supieron que estaba aquí?; preguntó el naufrago a sus salvadores.

Vimos su señal de humo, contestaron ellos.
Es fácil descorazonarse cuando las cosas van mal,
pero no debemos desanimarnos
aún en medio del dolor y el sufrimiento.
Recuerda la próxima vez que tu cabaña se vuelva humo,
que puede ser la señal de que la ayuda viene en camino.

Las Tres Rejas


Un joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:

- Escucha maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia....
- ¡Espera! - lo interrumpe el filósofo - ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
- ¿Las tres rejas?
- Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
- No, en realidad no. Al contrario....
- ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.

- Entonces -dijo el sabio sonriendo- si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

Las Cosas no siempre son lo que parecen

Dos Angeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy adinerada. La familia era ruda y no quiso permitirle a los Angeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los Angeles le dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro suelo, el Angel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el Angel más joven preguntó ¿por qué?, el Angel más viejo le respondió;

Las Cosas no siempre son lo que parecen.
La siguiente noche, el par de Angeles vino a descansar en la casa de un señor y una señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy hospitalarios. Después de compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le permitió a los Angeles que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una buena noche de descanso. Cuando amaneció, al siguiente día, los Angeles encontraron bañados en lágrimas al Señor y a su Esposa. La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de dinero, yacía muerta en el campo. El Angel más joven estaba furioso y preguntó al Angel más viejo, ¿cómo pudiste permitir que esto hubiera pasado? El primer hombre lo tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste; el Angel más joven le acusaba. La segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú permitiste que la vaca muriera.
Las Cosas no siempre son lo que parecen.
le replicó el Angel más viejo. Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan obsesionado con avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría. Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le di a la vaca en su lugar.
Las Cosas no siempre son lo que parecen.

Algunas veces, eso es exactamente lo que pasa cuando las cosas no salen como uno espera que salgan.

Inauguración

Verdaderamente la vida cada día es más ajetreada no hay tiempo para pararse y relajarse, así que pretendo que este blogg, sea, al menos, un oasis de tranquilidad y os sirva para encontrar un poco de paz, de optimismo y para que este sea un lugar de reflexión, para todos, es pero que os guste.