Durante la época Meijí, había en Tókio, dos maestros con formas de actuar completamente opuestas.
El primero, Unshô, era instructor de Shingón y seguía escrupulosamente los preceptos de buda. No probaba el alcohol, ni comía nada después de las once de la mañana.
El otro, Tanzán, era profesor de filosofía del Imperio y nunca guardaba los preceptos de buda. Comía cuando tenía hambre y dormía cuando tenía sueño.
Un día Unshô fue a visitar a Tanzán, al que encontró bebiendo vino, una bebida prohibida para los budistas. Tanzán le dijo:
“¡Hola hermano! ¿ quieres un trago?”
A lo cual Unshô le respondió de una manera solemne:
“¡Nunca bebo!”
Tanzán le respondió:
“Aquel que nunca bebe no es humano.”
Ante lo cual Unshô dijo colérico:
“¿Me estás llamando inhumano, por no tomar bebidas enbriagadoras? Si no soy humano, entonces ¿Qué soy?”
Ante lo que Tanzán respondió:
“Un Buda”
2 comentarios:
pasaba por aqui luego de leer tus comentarios en mi blog... me gusta el tuyo
abrazos
Gracias por visitarme, me alegra que te guste.
Un saludo
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