Este texto no es precisamente oriental pero me parece que encaja con la temática, disfrutadlo:
Cuando era joven y mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Según fui envejeciendo y aprendiendo, descubrí que el mundo no quería cambiar, así que convertí mis objetivos en más modestos e intenté cambiar solo mi país. Pero, ay, también parecía inamovible. Cuando llegué a la vejez, en un último y desesperado intento, me conformé con intentar cambiar únicamente mi familia, los más cercanos a mí, pero ellos tampoco querían. Ahora, en mi lecho de muerte, de repente comprendo : Si tan sólo hubiera intentado cambiarme a mi mismo, tal vez siguiendo mi ejemplo mi familia hubiera cambiado. Mediante su inspiración y aliento, es posible que hubiera sido capaz de cambiar mi país y -quien sabe - tal vez incluso hubiera podido cambiar el mundo.
1 comentario:
El cambio surge del interior siempre. Si cambias tu perspectiva, cambia el mundo.
Es más sencillo de lo que parece, pero puede ser complicado si nos identificamos demasiado con el ego.
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