Un valeroso general contemplaba con admiración su colección de antigüedades. En un momento determinado, cuando sostenía una de sus piezas más apreciadas, ésta se resbaló de entre las manos y estuvo a punto de caer al suelo y romperse.
En ese momento el valeroso general sintió un miedo como el que nunca había sentido en cualquier batalla. Se había enfrentado a situaciones de vida o muerte, había dirigido a sus soldados hacia la muerte y jamás había sentido miedo.
Finalmente el general que había salvado la reliquia de romperse, la volvió a tomar su mano y la rompió deliberadamente.
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