jueves, 28 de mayo de 2009

Poesías de Ryokan (2)

 

Vivo en un bosque profundo;
las lianas verdes crecen año tras año.
Hasta aquí las preocupaciones de los hombres no llegan.
De vez en cuando escucho el canto de un leñador,
bajo el sol remiendo mi manto,
leo poemas bajo la luna.
A los seres de este mundo me gustaría decirles que
para vivir una vida humana no hace falta gran cosa.
_____
Desde que abandoné a mi familia
paso mis días siguiendo el curso de las cosas;
ayer en la montaña azul,
hoy en la ciudad.
Mi manto cien veces zurcido
mi cuenco atravesando los años.
Bajo la noche límpida,
apoyado en mi bastón,
desenrollo mi estera y me duermo bajo la luna.
¿quien puede decir que todo esto es vano?
Es lo que mi cuerpo necesita exactamente.

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