Quien da largos pasos no puede ir muy lejos.
Quien se exhibe carece de luz.
Quien se alaba no brilla.
Quien se ensalza no merece honores.
Quien se glorifica no llega.
Para Tao, estos excesos,
son como excrecencias y restos de comida que a todos repugnan.
Por eso quien posee el Tao
no se detiene en ellos.
2 comentarios:
¡Pero un samurai tiene que vanagloriarse! Qué lejos está el tao del camino del Bushido ;)
Un abrazo,
Pedro.
A lo mejor el objetivo de vanagloriarse no es vanagloriarse, sino asustar al contrincante y evitar la pelea, en este caso, el samurai al acercarse a la paz estaría caminando cerca del tao o incluso sobre él, pero es cierto que autoglorificarse es un arma de doble filo, por eso hay que utilizarlo entre poco y nada, porque al fin y al cavo los samurais lo hacían a modo de rito o tradición y los ritos también están lejos del tao.
Un beso
Gracias por tu comentario
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