Shoún
fue un maestro de la escuela de Sôtô Zen.
Cuando
aún era un estudiante su padre falleció y su madre quedó a su cargo. Cuando
acudía a una sala de meditación, iba acompañado de su madre. Cuando iba a los
monasterios también iba acompañado de su madre y por lo tanto no podía dormir
con los monjes. Por este motivo se construyó una pequeña cabaña donde poder
vivir con ella y se dedicó a copiar los sûtra, versos budistas, para obtener
algunos ingresos y mantenerse ambos.
Cuando
iba al mercado y compraba pescado para su madre, la gente le criticaba, ya que
los monjes no pueden comer pescado. Aunque
Shoún no se alteraba por esto, su madre se sentía herida de ver como
increpaban a su hijo, por esto un día le dijo:
“Me voy a hacer monja y me haré vegetariana”
De
este modo la madre también se hizo monja y madre e hijo estudiaban juntos a
diario.
Como
ambos tocaban bien el arpa, las noches de luna llena solían hacerlo juntos. Una
de esas noches una joven dama les oyó tocar e invitó a Shoún a tocar a su casa.
Shoún aceptó y así lo hizo. Días más tarde al encontrarse por el camino con la
joven dama, Shoún le agradeció su hospitalidad. Y los compañeros se rieron de
él y le criticaron porque había estado en la casa de una mujer de la calle.
Un día
Shoún viajó a un templo lejano para dar una conferencia pública. Meses después
cuando regresó a su casa se encontró con que su madre terminaba de fallecer y
el funeral estaba en curso. Shoún se acercó al ataúd y lo golpeó con su bastón
diciendo:
“Madre tu hijo ha vuelto”
Y él
mismo se respondió:
“Me alegro de que hayas vuelto, hijo”
A lo
que Shoún se contestó:
“Yo también me alegro”
Y a
continuación le dijo a los que le acompañaban en el funeral:
“El funeral ha terminado, enterrad el cuerpo”
Cuando
Shoún fue anciano y vi cerca su muerte, mandó reunir a sus discípulos y les
comunico que iba a morir ese mismo mediodía. Quemón incienso ante los retratos
de su madre y de su maestro y escribió el poema:
He vivido durante cincuenta y seis años lo
mejor que he podido, siguiendo mi camino en este mundo.
Ahora la lluvia ha cesado y las nubes se han
disipado y en el cielo azul, brilla la luan llena.
Mientras
los discípulos lo rodeaban y recitaban un
sûtra.
Durante
esta invocación Shoún abandonó su cuerpo y falleció.